Después de la excursión por Zaanse Schans, Voledam y Marken, tenía reservado un paseo en barca por los canales de Ámsterdam. Duró una hora y me llamó mucho la atención las casas flotantes, las hay de todos los gustos y colores.
Las casas flotantes surgieron durante la Segunda Guerra Mundial debido a que no había suficientes viviendas para albergar a tanta gente. Hoy en día, hay alrededor de unas 2500 y algunas se han convertido en hotel, aunque no es una opción barata.
Y para terminar mi viaje, estuve viendo el mercadillo de flores Bloemenmarkt, que se encuentra muy cerca de la plaza Dam, concretamente entre las plazas de Koningsplein y Muntplein. Fundado en 1862, su peculiaridad es que sus puestos son barracas colocadas encima del canal Singel. Hace años los mercaderes traían las flores en barcas, hoy en día se traen en furgonetas, pero todavía conservan la costumbre de colocar las flores en gabarras.
Hay multitud de tipos de flores, incluidos los tulipanes, el cannabis y la marihuana. Lamentablemente cada vez hay menos, porque las van sustituyendo los souvenirs para los turistas.
Horario: Lunes - Domingo 11 - 17:30 hrs
Ámsterdam me encantó con sus canales, viviendas típicas y gente. Si tenéis la oportunidad de visitarla no os olvidéis visitar pueblos como los que visité por la mañana mi segundo día. Me quedé con las ganas de visitar alguna ciudad cercana como Rotterdam, La Haya o Utrech y algún campo de tulipanes, pero son excusas para volver a los Países Bajos. :)