6 may 2014

Brighton, ciudad de vacaciones (Reino Unido)


Ahora que ya tenemos cerquita el verano, me acordé que todavía no os he hablado de Brighton, una de mis ciudades preferidas de Reino Unido. El año pasado visité esta ciudad costera del sur de Inglaterra en agosto y me encantó. ¿Quieren saber el por qué?.


Brighton fue el lugar preferido de la realeza en el siglo XVIII debido a  que el extravagante rey Jorge IV tenia allí su palacio, el Royal Pavilion, uno de los más exóticos y peculiares de toda Europa con un exterior de estilo hindú y un interior de estilo chino. En la actualidad, tiene una población relativamente joven, de ahí su gran oferta turística y cultural llena de festivales y eventos, sobre todo, en verano.



Cogí un tren desde la estación, London Bridge, y en hora y media ya estaba allí. Había quedado con mi amiga Sandra que venía desde otra parte de Inglaterra. Cogimos fuerzas con un buen desayuno y nos fuimos directamente a visitar el palacio real.


El Royal Pavilion fue erigido en el siglo XVIII para el rey Jorge IV, aunque por el pasarán 3 generaciones de monarcas y varias reformas, como la del famoso arquitecto John Nash en el siglo XIX. En 1849 fue vendido por la reina victoria a la ciudad debido a que no se sentía cómoda en aquella peculiar residencia. Actualmente se encuentra abierto al público para visitas y eventos privados como bodas y banquetes.


Dando un pequeño paseo, divisamos su playa y sus muelles: el Brighton pier y el West Pier, este último inaccesible debido a un incendio en 2003, fue en su momento el puerto más famoso del mundo. El primero fue abierto en 1899 y tiene un parque de atracciones, puestos de comida y un mini-casino. Nosotras comimos en en un puesto chino del muelle, noodles  y estaban muy buenísimos.


Estuvimos en la plaza un rato (de piedras) tomando un poco el sol mientras comíamos unas tortitas de Nutella (yummy) y haciéndonos fotos con la bonita noria que hace aún más espectacular la playa. A mí me recuerda al muelle de Santa Mónica, Los Ángeles, salvando distancias...


A continuación, fuimos a visitar el Brighton Museum&Art Galery, pero ya estaba cerrado, por lo que vimos el centro de la ciudad, nos tomamos algo y otra vez de vuelta a nuestras respectivas ciudades. La corta escapada se había acabado...


Como anécdotas, a mí me toco comprar otro billete de vuelta porque o no lo cogí de la máquina expendedora en la ida o no salió (más probable lo primero, soy algo despitada). Ademas, los billetes del Royal Pavilion nos salieron gratis gracias a que nos los regalaron una pareja a la entrada del palacio. En un principio, creíamos que nos querían timar pero al final era cierto y no tuvimos que pagar nada. ¡Todavía no me creo la suerte que tuvimos!.

Interior del...
...Royal Pavilion


 

Con mi amiga Sandra en la playa



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