Milady trip: Diario de Roma día 2 (II): Museos vaticanos

Una vez visitada la cúpula de la basílica de San Pedro (anterior post aquí) me dirigí a los museos Vaticanos. En ellos la Iglesia Católica muestra obras de gran valor artístico e incalculable valor económico al público mediante pago previo a su entrada. Julio II en el siglo XVI empezó a formar una colección que se fue aumentando en el futuro con los siguiente pontífices.

Inmaculada Concepción

Pasando otro control de seguridad y subiendo al primer piso para comprar las entradas, se comienza la visita. Os aconsejo que os hagáis con una guía o un mapa del museo para orientaros por las casi 30 colecciones distribuidas en 1.400 salas. Es imposible ver todo en un día, por lo que seleccionar un itinerario (todos pasan por la capilla Sixtina).

La Escuela de Atenas

Techo de la sala Incendio del Borgo, en las estancias de Rafael

Está formado por:

La Pinacoteca, con obras como Rafael, Tiziano o Miguel Ángel.
La Cortile della Pgina y el Chiaramonti Museum con estatuas y bustos de emperadores y dioses.
El museo Pío-Clementino con alguna de las esculturas clásicas más famosas del mundo como el Apolo de Belvedere.
Los Corredores con la Galería de los Candelabros, la Galería de los Tapices y la Galería de los Mapas.
Las estancias de Rafael, son cuatro habitaciones que éste redecoró para uso privado del papa Julio II. Destacan la Sala de la Lectura o Stanza della Segnatura (Sala de la Firma) con obras famosas "La escuela de Atenas" o "La disputa de los Sagrados Sacramentos".

Capilla Sixtina, NationalGeographic.com

La Capilla Sixtina, la sala más famosa de los museos cuyo techo fue pintado por Miguel Ángel. Su representación del Juicio Final ha sido considerada tanto una obra maestra como una afrenta a la Iglesia.
La Biblioteca y la Rampa de Cristal. Para salir de la Capilla Sixtina hay que pasar por delante de la Biblioteca, cerrada al público. El largo pasillo os llevará por la famosa rampa en espiral que diseñó Giuseppe Momo. Me llamó mucho la atención el lujoso ascensor que tienen como alternativa a las escaleras.

A la salida comí en la calle, pero después tomé un café en una cafetería-restaurante justo en frente de la entrada a los museos. Me sucedió una escena de esas que crees que están haciendo una cámara oculta. Al entrar, me senté en una mesa y justo se pusieron a cantar rancheras mexicanas los de las mesas de al lado junto con los camareros. Os podréis imaginar mi cara de qué está pasando aquí.

Entablé pronto conversación con ellos. Era un grupo de simpáticos mexicanos que acababan de llegar de Jerusalén y que estaban haciendo una ruta por las grandes ciudades Santas. Los camareros eran la mayoría latinoamericanos, y muchos de ellos mexicanos, por lo que se pusieron a cantar canciones de su tierra en pleno restaurante.

Con el grupo de turistas mexicanos

La última visita en mi segundo día fue el imponente Castel Sant'Angelo, una impresionante fortaleza de planta circular visible desde el centro de Roma. Fue construido como mausoleo para el emperador Adriano y su familia en el 138dC. Más tarde, en el 590, el papa Gregorio I Magno le dió su nombre y se usó como prisión y refugio de papas en caso de asedio. En la década de 1270 se construyó un corredor secreto para poder desplazarse entre el Castel y el Vaticano directamente sin correr ningún riesgo.

Alberga diferentes artefactos de los diversos períodos de la historia de Roma como tapices, cuadros, frescos y objetos de batalla, además de estancias papales como el diminuto baño de Clemente VII, decorado con frescos de Giulio Romano. La verdad es que me decepcionó mucho y lo que más me gustó fue su terraza con unas preciosas vistas al Vaticano. Al salir de los museos empezó a llover mucho por lo que no pude hacer muy buenas fotos. :(