Retomando el post anterior, caminando un largo rato por la
avenida Andrassy llegué a la
Plaza de los héroes, al lado del
"Parque de la Ciudad". A pesar de ser uno de los
must-visit de la ciudad, ese día no había muchos turistas...
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Plaza de los Héroes antes de 1973 |
La Plaza de los héroes está formada por, el Museo de Bellas Artes y la actual embajada Serbia (antigua embajada de Yugoslavia) en sus extremos, y en el centro por el Memorial o Monumento del Milenio (1896-1929), formado por estatuas de los líderes de las siete tribus magiares que fundaron Hungría en el siglo IX y otras personalidades de la historia húngara. En la columna central se encuentra el Arcángel Gabriel.
Adentrándome en el Parque de la Ciudad o City Park, divisé la hermosa fachada de cuento del castillo de Vajdahunyad que alberga el museo de la Agricultura Húngara (1908), el más grande de Europa en su área. Localizado en una isla con un lago artificial, se construyó como copia de un castillo en Transilvania, Rumania.
En sus terrenos destaca la
estatua "Anónimo", imagen de un cronista del siglo XII. Es el autor de los primeros libros históricos sobre los antiguos húngaros, basados en su mayor parte en leyendas. Por cierto, ¡tenéis que tocar el lápiz!, dicen que trae buena suerte.
Ya cansada de tanto caminar, visité uno de los balnearios más famosos de la ciudad y uno de los recintos termales más grandes de toda Europa, el Széchenyi. Complementando las saunas y baños termales, me dí el capricho de darme un masaje en la zona vip aprovechando que en esa misma semana era mi cumple.
Ya como nueva, retrocedí hasta la Plaza de los Héroes, tomé unas bonitas instantáneas de noche del lugar y cogí el metro
línea M2, dirección Déli Pàlyauduar, Batthyány ter, con intención de finalizar el día, tomando unas
fotografías nocturnas del Parlamento y del Puente de las Cadenas desde
Buda. Bajó la temperatura muchísimo. ¡Qué frío!. De ahí, me fui derechita al hotel. Todavía me quedaba al día siguiente un largo día...
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Plaza de los Héroes |
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