Una vez habíamos tirado nuestra moneda a la
Fontana Di Trevi seguimos con nuestra ruta, que íbamos decidiendo con el mapa. Sabíamos lo que queríamos ver pero no teníamos organizado nada. Nuestra primera parada fue la
Piazza Venezzia con sus palacios y su imponente monumento de Víctor Manuel II.
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Monumento a Victor Manuel II o Vittorio Emanuele II |
El
monumento a Victor Manuel II fue erigido en honor al primer rey de la Italia unificada. En él se encuentra la tumba del soldado desconocido cuyo cuerpo fue escogido por Maria Bergamas en el pueblo austro-húngaro de Grandisca D'lsonzo. El soldado fue un joven desertor del ejército austro-húngaro que pasó al
Regio Esercito (ejército italiano).
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Panteón de Agripa |
De ahí, nos dirigimos al
Panteón de Agripa o de Roma, un templo circular construido en tiempos del Imperio Romano en honor a los dioses (panteón significa en griego "templo de todos los dioses"). Entramos en su interior y era imponente, pero creo que hay que visitarlo durante el día para ver como entra la luz por el óculo de 9m de diámetro de la cúpula. En la ciudad es conocido como La Rotonda o "
La Rotonna".
El Panteón ha tenido gran trascendecia en la arquitectura posterior, pues su influencia se hace notar en edificaciones famosas como el
Duomo de Florencia, la
Basílica de San Pedro del Vaticano, la
Rotonda de la Universidad de Virgina (diseñada por Thomas Jefferson) o la
National Gallery de Washington D.C.
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Interior del Panteón |
Cuando llegamos a la
Piazza Navona empezó a llover. Sin embargo, ello no nos impidió disfrutar de la belleza de sus fuentes, esculturas y edicios. Los monumentos más importantes son: la iglesia de
Santa Inés en Agona, el
Palazzo Phampili y las tres fuentes. Éstas últimas son la
fuente de los Cuatro Ríos de Bernini
, que representa a los cuatro grandes ríos del mundo conocidos por entonces: Nilo, Ganges, Danubio y Río de la Plata; la
fuente de Neptuno y la
fuente del Moro, ambas de de Giacomo della Porta.
Este fue uno de los lugares que más me gustó de Roma porque me sorprendió. Ya después de unos cuantos viajes por diferentes países, he descubierto que lo que después me queda mejor sabor de boca es lo que más me sorprende, que unas veces puede coincidir con los monumentos o sitios más famosos y otros no. Este es uno de ellos.
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Piazza Navona |
Finalmente, dirigiéndonos a la Piazza Cavour para coger el bus que nos llevaría a nuestro hotel, pasamos por el puente Vittorio Emanuele II e hicimos fotos al al Castillo de Sant'Angelo desde éste, fuerte que fue construido inicialmente como mausoleo del emperador Adriano. Al contrario que el Panteón, merece la pena verlo de noche.